Me encantan las croquetas , me gusta cocinarlas y me gusta aún más comerlas ummm riquisimas,
Hace un ratito, en un momento de aburrimiento empeze a buscar por la web recetas nuevas, interesantes y de repente sin quererlo y en una pagina de Eroski me encontre una receta magnifica que encaja con el tipo de alimentación que ultimamente me encanta; ya que he decidido cuidarme.
Asique aqui os la dejo yo en breve me dispondre a llevarla a cabo, seguro que es del agrado de mucha gente y no tanto de aquellos que adoran unas buenas croquetas de jamón iberico pero esto es algo más, una manera de reeducar nuestro paladar y conocer nuevos y deliciosos alimentos desconocidos para mucha gente, sin dejar de lado los deliciosos sabores tradicionales.
Ingredientes para 4 personas:
- 200 g de tofú
- 50 g de quinua
- 50 g de zanahoria (rallada)
- 250 ml de salsa de verduras o salsa de tomate casera
- 100 g de harina de trigo blanca
- 100 g de mantequilla
- 1 l de leche de soja
- pan rallado
- 500 ml de aceite de girasol
- nuez moscada
- sal
Calentamos la margarina con 2 cucharadas de aceite de oliva y, antes de que empiece a humear, incorporamos y rehogamos la harina. Vertemos, poco a poco y removiendo con una varilla, la leche de soja caliente a la harina mezclada con la margarina. Movemos el conjunto hasta que adquiera la consistencia deseada (espesa) y ponemos a punto de sal añadiendo también un poco de nuez moscada.
Cocemos la quinua durante 20 minutos en agua hirviendo, respetando la siguiente medida: por un vaso de quinua, dos de agua. Una vez cocida, la dejamos enfriar unos minutos. Posteriormente, mezclamos la quinua con el tofu y la zanahoria rallada y trabajamos la mezcla con las manos durante unos segundos.
Añadimos esta mezcla a la bechamel elaborada con leche de soja y dejamos enfriar el conjunto durante 1 hora en el frigorífico.
Con la ayuda de 2 cucharas formamos croquetas, las pasamos por huevo batido y pan rallado y las freímos en abundante aceite caliente.
Una vez fritas, introducimos las croquetas en una bandeja con papel de cocina para escurrir el aceite sobrante. Las servimos calientes y acompañadas de una salsa de verduras o tomate caseras.
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