La Salsa Holandesa es una emulsión elaborada con mantequilla y zumo de limón que emplea yemas de huevo como agente emulsionante.
Se trata de una salsa de origen Francés.
La salsa holandesa es el ingrediente principal de los huevos a la benedictina.
Esta salsa aunque no me gusta abusar demasiado de ella por su alto valor energético, me parece el mejor acompañante posible para cualquier marisco o pescado y por supuesto también podremos utilizarla con carne.
Aunque en mi opinión a lo que mejor le queda es al marisco, al pescado y a las carnes pero blancas como pollo o pavo, y también puede resultar un buen acompañante de verduras y hortalizas.
Puede tener un alto grado de dificultad pero siguiendo estos sencillos pasos os resultara sencilla y con dedicación y paciencia os quedará perfecta.
INGREDIENTES.
1/2 litro de mantequilla.
3 yemas de huevo.
2 cucharadas de agua.
3 yemas de huevo.
2 cucharadas de agua.
3 gotitas de limón.
ELABORACIÓN:
En un cazo ponemos la mantequilla a fuego suave entre 40º y 70º y empezamos a batir con barilla,cuando esté totalmente derretida, debemos retirar el suero poco a poco con mucho cuidado.
Añadimos las yemas de huevo, seguimos batiendo con la varilla, ligando la mantequilla con las yemas, en este proceso de ligamiento combiene añadir 2 cucharaditas de agua y unas gotas de limón, ligamos bien y una vez su textura sea cremosa estará lista.
NOTA: Nunca debe llegar a hervir.
La salsa holandesa generalmente se gratina, pero recomiendo hacerlo en el momento ya que sino conservarla suele dar problemas tales como que se corta.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario